Sobre la meseta donde en el año 1601 fue asesinado el voivoda Mihai-Viteazul (1558-1601), en la vecindad del monumento funeral del gran reinante, el Arzobispado de Vad, Feleac y Cluj tomó la decisión de edificar un monasterio consagrado a los Santos Arcángeles Miguel y Gabriel, en honor al quien realizó la primera unificación política de los principados rumanos Ţara Românească, Transilvania y Moldova.
El recinto es un monumento de arte arquitectónico bizantino, ya que la iglesia es una copia fiel de la iglesia Mihai-Vodă de Bucarest, edificada por el voivoda.
El monasterio Mihai Vodă gestiona también la ermita dedicado a San Juan el Evangelista del pueblo de Pădureni, localidad de Triteni.